Reseña
Con cerca de 20 años produciendo y publicando arreglos y remixes de música de videojuegos, Joshua Morse prácticamente no necesita presentación. Su misión es probar que el jazz es más que “música de elevador”, y que la música de videojuegos es más que “clicks y silvidos”. ¡Y vaya que lo logra con su más reciente producción! Una refrescante y juguetona mezcla de temas, géneros y uno que otro efecto de sonido.
Como la mayoría de los albums lanzados por la disquera GameChops, no querrás saltarte ni uno solo de los tracks de Chip Funk. Que además de ritmos de jazz y el uso prominente del chiptune, cumple su promesa con arreglos llenos de un funk muy disfrutable, e incluso sorpresivo.
Comenzamos con uno de esos himnos del VGM: “Gerudo Valley Fever”. Que a pesar de ser, en mi opinión, el track menos destacado del album, no deja de ser un completo deleite. Justo cuando uno piensa que ya no hay nada más que hacer con este tema tan melancólico y folklorico que marcó nuestra juventud, Joshua le imprime su toque con capas añadidas de ritmos latinos, algunos giros de tuerca y el sutil uso de samples y efectos de sonido que permean Chip Funk.
Pero inmediamente después de sentirnos en la zona de comfort con un tema tan reconocible, nos toma por sorpresa con uno de esos temas infravalorados: “Shop FUNKY Flights”. El que podría ser el tema más representativo del album tan solo por su título, se transforma de repente en una balada pop al llegar a la mitad, antes de retomar el epónimo “funk”.
Le sigue “Secret of the Forest”, que con su sampleo de voces al inicio te hace saltar del asiento. Posteriormente, serás transportado a los 80’s, como si se tratara de un cover más de “Forget Me Nots”. Y es que ahí radica el encanto del estilo presente en Chip Funk: en la habilidad de Joshua de transformar una pieza tan eterea y minimalista como la compuesta por Yasunori Mitsuda, en un tema hecho y derecho de R&B. Algo que jamás me hubiera esperado, si no fuera porque The OneUps ya lo hizo antes. El tema de Joshua sin embargo, resulta mucho más energético, incluso en las partes más melancólicas de la melodía.
Para los fans del erizo, el album ofrece también dos arreglos de temas de Sonic the Hedgehog 3: “Launch Base Groove” y “Tunnelbot’s Hideout”. De los cuales, el primero me parece mucho más rescatable, nuevamente con un elegante y pegajoso uso de samples y voces. He de confesar que mi amor por el erizo comienza y termina con los increíbles remixes de VGM que me he topado a través de los años, así que este album aporta dos grandes adiciones a esa lista.
Con “Kremkroc Industries” Joshua nos deja claro que aunque te sepas de memoria los tracks aquí abordados, debes dejar tus expectativas en la entrada. Las calmas que van acumulando la tensión por medio de percusiones sorpresivas; el uso de efectos completamente ajenos al estilo del original; y cómo contrasta con la manera de destacar esos “soundscapes” tan característicos del estilo de David Wise; te harán olvidar todo lo que ya reconocías de “Fear Factory”.
Por último, y a manera de despedida, “Besaid Island” es en partes iguales un relajante atardacer en la playa, y una fiesta llena de alegría y baile. Un excelente cierre para lo que es ahora, uno de los albumes que más puedo recomendar de este gran músico, ingeniero de software y amante del chip-funk.
Duración: 00:25:43